Todas las personas y empresas tienen una capacidad determinada para endeudarse. Es decir, que pueden adquirir compromisos con bancos, mutuales y otras entidades financieras hasta cierto límite, de manera tal que puedan hacerles frente a esos pagos sin llegar angustiadas a final de mes.
Para esto, tiene que haber una relación lógica entre lo que la persona gana y lo que debe. Si las cuotas de sus préstamos llegan a ser muy altas, entonces es hora de hablar del temido sobreendeudamiento, la base de los problemas financieros de muchas familias.
Tomemos como ejemplo a una persona con ingresos de ₡700.000 mensuales, ya descontando los rebajos de ley. Veamos su situación de endeudamiento:
Paga casa por un monto de ₡180.000 mensuales.
El préstamo del carro le quita ₡110.000 (cuando adquirió el crédito, ese monto era menor, pero ya pasó el período de tasa fija y la cuota subió).
Se desordenó un poco con tarjetas de crédito y tiene que pagar ₡80.000 por mes, sin contar amortizaciones (es decir, que comete el error de pagar solo el mínimo, lo cual prolongará la deuda).
Pidió un préstamo personal en una entidad aparte y le están rebajando ₡75.000 por mes.
El total de deudas suma ₡445.000 solo en estas cuotas.
Recordemos que la persona gana ₡700.000. Si le quitamos los préstamos, apenas le quedan ₡255.000 disponibles para todo lo demás. De ahí tiene que sacar para pagar los recibos (si compró un celular de alta gama con plan, puede que sea un monto alto), las compras de supermercado, la gasolina o el autobús, etc. Y ni qué decir si debe asumir los gastos de un hijo o una pensión alimentaria.
La persona de este ejemplo tiene un grave problema de sobreendeudamiento. Según los números que vimos, las deudas le consumen el 64% del total de los ingresos. Se considera que una capacidad de endeudamiento razonable anda por ahí del 40%; en este caso, serían ₡280.000.
El problema es que, frente a la situación de sobreendeudamiento, llegará un momento en el que tendrá que elegir cuáles deudas pagar y cuáles no. Posiblemente defenderá primero la casa y los gastos básicos, pero cada fecha de pago se le va a volver un infierno.
Estos son algunos consejos para evitar el sobreendeudamiento:
Tenga claro que cada préstamo suma y le va agotando la capacidad de pago. Lo ideal es no pasarse del 40% mencionado.
Analice los escenarios en los que una cuota aumenta luego de cierto tiempo. Ese desembolso que ya la persona tiene calculado se puede disparar, de un mes a otro, luego de dos o tres años. En el banco o entidad financiera le pueden ayudar a hacer ese cálculo para que esté preparado y no se lleve sorpresas.
No subestime ninguna deuda. Un crédito pequeño puede parecer tentador, pero ponga en la balanza la tranquilidad que eventualmente perdería si se endeuda demasiado.
¿Se identifica con este tipo de situación? ¿Algún familiar o amigo suyo atraviesa problemas similares? Síganos en el blog Hagamos Números, de La Nación, donde compartiremos información que le puede servir.
Fuentes: Eugenia Meza, gerente de Mucap, y Cámara de Bancos e Instituciones Financieras de Costa Rica
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