Los malos hábitos que más atentan contra las finanzas personales

04 de julio de 2019
Hagamos Números

Los malos hábitos que más atentan contra las finanzas personales

Así como hay malos hábitos a la hora de comer, que terminan pasándole factura al organismo, también existen malos hábitos que echan a perder la buena salud financiera.
Son prácticas que, quizá, hacemos sin darnos cuenta y que nos pueden llevar a tener problemas económicos serios. Preste atención y, si usted se siente identificado con alguna, ojalá pueda cambiar esa costumbre cuanto antes.

Financiar con la tarjeta de crédito un estilo de vida que no puede sostener. Ese plástico que lleva en la billetera puede ser de valiosa ayuda (por ejemplo, algunas cuentan con servicio de asistencia en carretera o de traslado al aeropuerto), pero tiene que utilizarlo con prudencia. No es una escalera eléctrica hacia el lujo inmediato. A la hora de pagar la cuenta, vendrán las consecuencias.

No ahorrar. Por más que llegue en números positivos a fin de mes, si no tiene ese “colchón” extra, tarde o temprano algo ocurrirá y le echará a perder el equilibrio financiero. Puede ser un tema de salud, una reparación urgente en la casa o una avería del carro. En ese momento, si no hay ahorro, el barco corre riesgo de hundirse.

Salir de vacaciones o hacer paseos sin planificar. No se trata de restarle espontaneidad a la vida, sino de medir las consecuencias. Tal vez podemos asumir muy de vez en cuando una escapadita a la playa de uno o dos días, pero, en general, es un error incurrir en un gasto de estos sin tenerlo contemplado. Un mazazo muy fuerte al presupuesto nos puede traer complicaciones a final del mes. Recuerde: cualquier persona puede tener las vacaciones que soñó. Solo hay que presupuestarlas y ahorrar lo que sea necesario por anticipado.

Las compras impulsivas. Esto aplica para todo: desde la ropa hasta la comida o los electrodomésticos. El dinero es limitado y cuesta mucho ganárselo. Entonces, ¿para qué desbaratarlo en una decisión apresurada o en un antojo? Algo que repetiremos mucho en este blog es que tener finanzas saludables no significa vivir una vida de tacañería. Usted puede darse sus gustos y renovar todos los electrodomésticos de la casa. Lo importante es hacerlo de manera programada y asumiendo cargas financieras razonables.


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No pagar las facturas a tiempo (o bien las cuotas de los préstamos). Tenemos que aprender a identificar los gastos obligatorios y a salir de ellos antes del plazo. Si no lo hacemos, habrá multas, intereses y otras complicaciones: todos hemos oído historias del vecino que se quedó sin luz porque se le olvidó pagar el recibo. Ahora existen muchas posibilidades para efectuar los pagos desde el teléfono o la computadora, incluso de manera automática.

Salirse del presupuesto. Obviamente, lo primero es tener ese presupuesto, pero, además, cumplirlo: es decir, saber cuánto está ingresando cada mes y cuánto podemos gastar. Todos los gastos deben estar presupuestados (incluyendo una parte para imprevistos); salirse de ahí podría significar números rojos a final del mes.

Tomar el control de las finanzas personales es una decisión que cada persona debe tomar, de la misma forma en que un buen día muchos empiezan a hacer dieta, limitan las grasas o dejan el tabaco. No espere a tener el agua hasta el cuello; identifique cuáles hábitos financieros lo están perjudicando y empiece a asumir las riendas de una vez.


Fuentes: Eugenia Meza, gerente de Mucap, Sylvia Chaves, jefa de Sostenibilidad del Banco Nacional y José Pablo Enamorado, jefe de Asesores Financieros y Captación de Grupo Mutual.


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