La trampa de las “pequeñas cuotas”

04 de julio de 2019
Hagamos Números

La trampa de las “pequeñas cuotas”

Todos queremos ver en la sala de la casa la mejor pantalla, darles a los hijos la última computadora o hacer ese viaje que añoramos hace tiempo.

Es normal querer disfrutar la vida y darle a la familia las mejores cosas. Sin embargo, ese anhelo debe ir acompañado de una saludable dosis de realismo.

Las “cuotas pequeñas” pueden alterar esa realidad y dar la sensación de que estamos en capacidad de hacer gastos que se alejan de nuestras verdaderas posibilidades financieras.

Recordemos que las personas tienen una capacidad de pago limitada, según su nivel de ingresos. Ese monto debe alcanzar para cubrir todos los rubros: pagar la casa o el carro, comer, vestir, ahorrar, etc. Cada pequeña cuota es un “mordisco” que se le pega a esa capacidad de pago.  

Vamos con un ejemplo. Una cuota de apenas ₡15.000 por quincena puede parecer pequeña, pero el solo hecho de convertirla en un gasto mensual ya le da otra dimensión: ₡30.000 al mes. Si lo llevamos al año, son ₡360.000. De ahí puede salir, por ejemplo, el marchamo de los dos carros de una casa.

Supongamos que la persona gana ₡500.000 al mes. Los ₡30.000 de esa pequeña cuota parecen un porcentaje mínimo, apenas el 6%, y a lo mejor ese es el primer cálculo que hará cuando vea la cifra en una vitrina. “Eso no es nada”, podría pensar. Sin embargo, recordemos que de esos ₡500.000 tienen que salir todos los gastos de la casa. Lo más probable es que al final del camino, dependiendo del nivel de endeudamiento de la persona (si alquila o paga un préstamo hipotecario, transporte, comida, etc.), le queden disponibles solo ₡100.000 o ₡150.000. Ahí es donde la pequeña cuota se puede convertir en un gran monstruo.

 

 

 

PUBLICIDAD

Los ₡30.000 de la cuota -en teoría pequeña- sí pueden representar un porcentaje importante de esos ₡100.000 que la persona tiene disponibles luego de atender todas las otras obligaciones. Y si no se trata de solo una cuota, sino de dos o más, la persona corre el riesgo de caer en el sobreendeudamiento. En este otro artículo del blog Hagamos números le explicamos qué es sobreendeudarse y cómo evitarlo.

Tenga bien presente que esas “cuotas pequeñas”, en la práctica, son un préstamo. Para muchos efectos, es como si hubiera ido al banco a sacar el dinero prestado y luego ir a comprar el artículo o pagar el viaje, etc. Entonces, vale la pena meditar si ese gasto ameritaba involucrar un crédito.

También recuerde leer la letra menuda de esos préstamos. Por ley, los comercios están obligados a brindar todos los detalles. Aquí hay algunos consejos:

  • - Revise bien la información sobre el precio del artículo y lo que terminaría pagando al final de todo el plazo. Va a ver que detrás de las “pequeñas cuotas” puede haber “grandes sorpresas”.

  • - Hágase, con toda la honestidad, la pregunta: ¿de verdad puedo terminar pagando tanto por este objeto? ¿No puedo esperar?

  • - Compre el artículo, pero ahorrando por su cuenta.  Vaya separando lo que pagaría por cuotas y en solo unos meses podrá comprarlo usted mismo y sin comprometer sus ingresos futuros.

     

Recuerde seguir nuestros artículos en el blog Hagamos Números y recomendárselo a sus amigos.


Fuentes: Eugenia Meza, gerente de Mucap, y Cámara de Bancos e Instituciones Financieras de Costa Rica

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.

Patrocinado por:

Co-patrocinado por:

Auspiciado por: