¡Hable de plata con su familia!

4 de octubre de 2019
Hagamos Números

¡Hable de plata con su familia!

A la hora de cultivar buenos hábitos financieros, es necesario involucrar a todos los miembros del hogar


Durante muchas generaciones, hablar de dinero en casa se consideró un tema tabú. Incluso en muchas familias todavía persiste esa idea: las parejas prefieren evitarlo y se dan por satisfechas si las cuentas se están pagando bien al final del mes.

 

En realidad, los hábitos financieros deben formar parte de la rutina hogareña, de la misma forma que se inculcan valores como el respeto y la solidaridad.

 

Hay que hablar con honestidad entre los adultos de la casa e integrar a los más pequeños, de manera que consumir responsablemente y vigilar la plata sea una tarea compartida.

 

La transparencia es clave al momento de someter a la familia a la elaboración de un presupuesto, pues de esa franqueza depende que todo camine bien al pasar del papel a la práctica.

 

En nuestro sitio Hagamos Números le presentamos el testimonio de Miguel, quien durante años le escondió a su pareja los gastos excesivos que lo llevaron a un profundo bache financiero (debía más del 100% de su salario). Afortunadamente, logró superar la situación con acompañamiento y disciplina. Aquí puede leer su impresionante historia.

 

Ser honestos implica transmitir con suficiente detalle cuáles son todos los ingresos que va a aportar a la casa y los gastos que realmente tendrá que asumir. Esto no significa que las cervecitas del vienes pasarán a estar prohibidas ni tampoco que nunca va a volver a estrenar zapatos, sino que todo esto se planificará como un rubro más dentro del esquema de gastos.

 

Según explica Javier Angulo, del programa Finanzas con Propósito, una posibilidad que resulta efectiva en muchas familias es crear rutinas o juegos en los cuales puedan participar los niños. En esa dinámica, los chicos anotan en papeles cuáles son los gastos de cada mes. Si ya son lo suficientemente grandes, se les asigna un “salario” solo para que sumen y resten de manera que los números calcen. Así aprenderán a llevar un presupuesto con ejemplos prácticos.

 

“El problema es que en la sociedad se les asignó a los hombres el papel de proveedores, y muchos creen que eso significa hacer frente -y en silencio- a todos los temas relacionados con dinero, sin comentarlos con nadie más. Lo que se necesita es participación de todos en la casa y que a los niños se les enseñen buenos hábitos desde pequeños”, explicó el economista Angulo.

 

Como parte de ese proceso educativo, hay que explicarles a los chicos cuál es la diferencia entre querer y necesitar algo. De esta forma sabrán que para la comida o los recibos siempre debe haber presupuesto, mientras que las idas al cine o los paseos pueden variar. Así comprenderán que detrás de un viaje a Disney hay meses o años de ahorro y preparación.

 

Es importante que toda la familia se reúna periódicamente a revisar el presupuesto, compartir experiencias y aprender sobre finanzas. Es como una sesión de “junta” que se debe realizar al menos una vez por mes, en un sitio agradable y en un ambiente de tranquilidad. Después de todo, hablar de plata no tiene por qué ser motivo de conflictos e incomodidad.

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