Evite desde ahora la cuesta de enero

Todos hemos oído hablar de la famosa cuesta de enero. Son esas primeras semanas del año cuando se acabaron las fiestas y, debido a los excesos financieros, es un lío llegar bien al final de la quincena.

Como es lógico pensar, la cuesta de enero se empieza a crear en diciembre. Por ello, este es el momento ideal para prevenir una mala situación dentro de pocas semanas.

Pensar en lo que vendrá más adelante es un excelente hábito financiero. La otra opción no se la recomendamos: ir gastando todo al día y llevarse sorpresas desagradables luego de que pasen los festejos.

Así que aquí le damos algunos consejos para iniciar bien el año 2020:

• Haga un presupuesto desde ahora mismo con lo que va a gastar en enero. Recuerde que, si tiene hijos, ya debe alistar el regreso a clases. Incluya también cualquier paseo que planee hacer, u otras actividades propias del verano.
   
• Con base en ese presupuesto, haga una proyección de cuántos ingresos espera recibir (ya sea salario normal, salario escolar, etc.) y determine si le va a alcanzar.
   
• Esos números le permitirán ver cuánto puede gastar en estas últimas semanas del año, sin comprometer sus obligaciones de enero. Si las cifras no cuadran (es decir, si los gastos proyectados son más que los ingresos) tiene dos caminos: o aplicar recortes, o generar más dinero. Pero no se financie con tarjeta de crédito o cualquier otro tipo de endeudamiento.
   
• Guarde una parte del aguinaldo. Ojalá todavía esté a tiempo. Recuerde que ese ingreso extra que se recibe en diciembre es el empujón idóneo para fortalecer -o bien empezar- los hábitos de ahorro.
   
• Siempre debe tener un “colchón” para emergencias. El presupuesto puede estar muy equilibrado, pero si en la primera semana del año ocurre algún imprevisto (situaciones médicas, desperfecto del carro, etc.) de nada habrá valido el esfuerzo previo.
   
• Vuelva a revisar los números antes de cada gasto importante; por ejemplo, un paseo a la playa para el fin de año. Así tendrá claro si va bien con el presupuesto o si debe ajustarse para no llegar muy comprometido a enero.
   
• La idea no es pasar diciembre pensando en que se va a quedar sin plata. Todo lo contrario: es que disfrute el fin de año con moderación y sin causarse angustias innecesarias después de la cena del 31.

Siga las recomendaciones y verá cómo esta vez no hay cuesta de enero. Recuerde que tener buenos hábitos financieros es sinónimo de vivir más tranquilo.